Hay diversos métodos para determinar si un paciente sufre de diabetes, sin duda el primer paso para establecer un protocolo de actuación y tratamiento. Por ejemplo, a través de un Kit ELISA, RIA o de quimioluminiscencia se pueden desarrollar investigaciones y análisis fiables en terrenos como el del diagnóstico de diabetes, ensayos de endocrinología, estudios endocrinos prenatales y postnatales y de funciones de los tiroides.
En este sentido, se acaba de publicar un estudio que podría arrojar algo de luz acerca de la lucha contra la diabetes. De acuerdo con los resultados de un análisis llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Harvard aumentar en una taza y media el consumo de café diario, por un periodo de alrededor de cuatro años reduce más de un 10% el riesgo de padecer diabetes.
El consumo de café se había venido relacionando desde hace tiempo con la menor aparición de la diabetes de tipo 2. La diabetes mellitas de tipo 2 es la más habitual y obliga a los pacientes a depender de fuentes externas de insulina para poder desarrollar una vida normal y controlar los niveles de glucosa en sangre.
Según el análisis llevado a cabo por los especialistas de Harvard, los pacientes objeto de estudio que desarrollaron un consumo diario de tres tazas de café, presentaron un riesgo de diabetes casi un 40% menor.
De momento, los Kit Elisa de detección, el suministro de insulina y la vigilancia constante de los especialistas son las únicas maneras de mantener a raya la diabetres, aunque ¿quién sabe? Puede que la solución a este problema esté más cerca de lo que nosotros pensamos, en un estante de nuestra propia cocina.
